viernes, 9 de marzo de 2018

Montiel, el tío incómodo de Peña Nieto

Capítulo 4 del libro "10 priistas a los que hay que odiar" de Luis Aldana publicado en 2014.

4. EL TÍO INCÓMODO


Una de las peores cosas que le puede pasar a un político es tener un pariente incómodo, un hermano, un primo, un tío, etc. que haya sido sorprendido en algún acto de corrupción o hayan sacado sus “trapitos sucios” ante los medios de comunicación.

La madre de Enrique Peña Nieto, María del Perpetuo Socorro Ofelia Nieto Sánchez, era hija de Constantino Enrique Nieto Montiel, familiar de Arturo Montiel Rojas, tío del ahora presidente de facto. En estos tiempos muy bien protegido, “escondido” de la escena pública, pero la mayoría de los mexicanos con memoria tenemos bien presente a este cuarto priísta al que hay que odiar. Tal vez suene inverosímil, pero en un sólo personaje cabe todo lo que un político no debería ser: corrupción, abuso de poder, tráfico de influencias, violencia.

***

"El Rey Midas", como le llamaron en vida al profesor Carlos Hank González, tenía la habilidad de hacer negocios y política al mismo tiempo. Eso lo hizo erigirse como el máximo representante del grupo Atlacomulco, dejando escuela no sólo entre los políticos del Estado de México, sino entre los militantes y la dirigencia del PRI.

Arturo Montiel siguió esa misma escuela, se hizo rico y con esa riqueza trató de comprar la candidatura presidencial del PRI en 2006 mediante una campaña onerosa en Televisa, empresa con la que suscribió un contrato de publicidad. Pero el golpe que le propinó Roberto Madrazo Pintado al dar a conocer su riqueza inexplicable, junto con la de sus hijos y su esposa Maude Versini, derrumbó todos sus sueños.

Hoy esa misma línea de acción la sigue Enrique Peña Nieto, quien hizo su propio contrato de publicidad con Televisa para tener una presencia permanente como político moderno y demócrata en sus noticieros.

En su libro Desde Atlacomulco, Arturo Montiel Rojas, polémico exgobernador mexiquense, padrino e impulsor de la trayectoria de Enrique Peña Nieto describe y recuerda en varias páginas que la carrera política y hasta la vida del padre de Peña Nieto están estrechamente ligadas con él.

Lo mismo documenta con un extenso árbol genealógico que Peña Nieto no es su sobrino sino un “pariente lejano” y también recuerda que él fue quien lo incorporó al gabinete, lo hizo Secretario de Administración, diputado local y coordinador de la bancada del tricolor en el Congreso mexiquense.

Sobre todo, Montiel puntualiza que como “militante y líder” del PRI estatal, él fue clave para la nominación de Peña Nieto, en enero de 2005, a la gubernatura.

Aquí algunas partes de las remembranzas montielistas:

El Ford Galaxy. El papá de Peña Nieto.

Montiel relata una anécdota que acontece en la carretera de la Ciudad de México a Atlacomulco. Él viajaba con su hermana. Vieron cómo un Ford Galaxy que iba a alta velocidad se cayó en una barranca de 20 metros de profundidad. Montiel rememora:

“Bajé hacia donde estaba el vehículo. El conductor había sido arrojado hacia el lado de la guatera del automóvil, de cabeza y con los pies en el volante; me asomé por la ventanilla y me di cuenta de que era el ingeniero Enrique Peña del Mazo. Abrí como pude la ventanilla, estaba semiconsciente, tenía comida en la boca y eso le obstaculizaba respirar; se la extraje y lo enderecé. Logré sacarlo del automóvil, le pedí a gritos a mi hermana que buscara entre sus cosas alcohol para reanimarlo. Poco a poco lo subí, arrastrándolo con dificultad porque el suelo estaba resbaladizo. El ingeniero seguía inconsciente, pero respiraba; ya no tenía la cara roja ni espuma en la boca. Lo subimos al Volkswagen, lo acostamos en el asiento de atrás y le dije a mi hermana que lo atendiera. Volví a bajar para recoger los documentos del automóvil, su portafolio y una maleta.

“-Hay que llevarlo al doctor- me urgió mi hermana y nos trasladamos rápidamente a Atlacomulco.

“Llegando a casa lo pusimos en mi recámara y le hablamos al doctor Julián González Méndez para que lo revisara. Mi mamá le habló a doña Lolita del Mazo para decirle que su hijo había sufrido un accidente, pero que mi hermana y yo lo habíamos rescatado a tiempo, teníamos a su hijo recuperándose y con bien, que no se preocupara.

“La fortuna favoreció al ingeniero, ya que se iba a casar el sábado siguiente con Socorro Nieto Sánchez. Don Enrique Peña del Mazo nos agradeció siempre esta acción. Sin duda, la suerte y la Providencia coincidieron en ese instante, ese día y esa carretera”.

El “Parentesco lejano”.

En la página 54, como anexo al final del capítulo, Montiel hace un enredado recuento sobre la genealogía de su familia, así como de los Peña Del Mazo y de los Nieto Sánchez para demostrar que “mi parentesco con el gobernador es lejano”.

Como en la saga de los Buendía en Cien Años de Soledad, de Gabriel García Márquez, en Atlacomulco las familias se entrelazan así:

“Los Montiel somos una familia muy numerosa. En su tronco se encuentra mi tatarabuelo, don José Vicente Montiel, y sus hijos, Marcelino Montiel y Jesús Montiel Reyes. Jesús Montiel, mi bisabuelo paterno, tuvo dos esposas; con una de ellas, Paula Flores, procreó a mi abuelo, Abdías Montiel Flores, el cual contrajo nupcias con María Teresa Monroy Guadarrama; éstos tuvieron como hijos a Margarita, Esperanza, David y Víctor Gregorio Montiel Monroy, mi padre, quien a su vez, se casó con doña Delia Rojas García.

“Del segundo enlace matrimonial de mi bisabuelo, con María de Jesús Olmos, nació Maximino Montiel Olmos, que a su vez, procreó a Juan, Rafael, Nicolás, Maximino, Ana y Guadalupe Montiel Flores. Es decir, que mi abuelo Abdías Montiel fue medio hermano de Maximino Montiel Reyes, el otro hijo de don José Vicente Montiel Rodríguez, tuvo como hijos a Marcelino Montiel Bermúdez, quien procreó a León Montiel Sánchez, cuya hija, Efigenia Diana Montiel Sánchez, se casó con Marcelino Nieto; de este matrimonio nació Constantino E. (por Enrique) Nieto Montiel, padre de doña Socorro Nieto Sánchez, quien es la progenitora del actual gobernador (Peña Nieto)”.

Esta versión de Montiel precisa lo que ni el propio Peña Nieto ha querido o podido aclarar sobre su vínculo familiar con su antecesor y padrino político. El martes 1 de febrero de 2005, para negar el parentesco con Arturo Montiel, Peña Nieto como candidato del PRI declaró: “Mi abuelo se llama Enrique Nieto Montiel, y eso los hace suponer… En Atlacomulco, como ocurre en muchos lados, los apellidos se repiten y eso los hace suponer. Esto no se gana con apellidos, no soy pariente del gobernador”.

Con el periódico Reforma, Peña Nieto dio una explicación enredada de su propio árbol genealógico:

“Yo mismo no lo conozco. Me parece que es un tema de comprobarse. Fíjate que mi bisabuelo… realmente no sé cómo se llama mi bisabuelo. Efigenia (sic) creo que se llama mi abuelita. Habría que buscarle, yo no lo identifico más allá de mis abuelos, quiénes son, pero tampoco me opondré a que alguien hiciera la investigación, que la trabaje y diga quiénes son”.

Francisco Cruz y José Toribio Montiel, autores del libro Negocios de Familia, hicieron antes su investigación, afirmaron que Peña Nieto tenía razón en lo de Efigenia Montiel Sánchez, “de la rama de los mismos Montiel antepasados del entonces gobernador Arturo”.

Los Golden Boys.

Montiel se refiere así al origen del grupo de jóvenes que llegó con él al gobierno del Estado de México.

En su campaña para la gubernatura, en 1999, “incorporé a una pléyade de jóvenes comprometidos, entre los que se encontraban el actual gobernador Enrique Peña Nieto, Carlos Iriarte, Javier Cruz Zepeda, Olga Navarro, Miguel Sámano, entre otros. De éstos, Olga Navarro merece un reconocimiento especial; una gran mujer que nunca puso un pero para cumplir una encomienda inteligente y comprometida, desafortunadamente murió en un accidente aéreo, malogrando una brillante carrera”.

“A este grupo se incorporó el ingeniero Manuel Cadena, quien no sólo había declinado a mi favor sino que desplegó su experiencia para desarrollar estrategias durante la campaña. Asimismo, se incorporaron Herberto Barrera y Yolanda Sentíes, quienes participaron activamente en construir el triunfo electoral.

“De igual manera, don Juan Monroy Pérez se encargó de las finanzas de los recursos para mover el aparato partidista. Un trabajo complejo que implicaba no sólo allegarse recursos sino distribuirlos y volverlos equipo, instalaciones, en fin, el soporte material de la campaña. Don Juan Monroy Pérez me pidió que lo ayudara en esa misión Enrique Peña Nieto. Con este grupo, leal y comprometido, enfrentamos el reto de la campaña”.

En el 2003, después de “la recuperación electoral” en el Estado de México, Montiel recuerda que “el ambiente político mexiquense comenzó a activarse: Isidro Pastor, líder partidista y figura importante de la clase política local, se destapó para la gubernatura; lo mismo hizo Jaime Vázquez. Prudentemente, Enrique Peña Nieto declaró que aún no era tiempo de destapes”.

Quizá por esa prudencia y por su eficaz labor como coordinador de los diputados priístas en el Congreso local, Peña Nieto comenzó a perfilarse como uno de los preferidos. En diciembre de 2004, Montiel asistió a la toma de posesión del nuevo gobernador priísta de Veracruz, Fidel Herrera.

“Allí definí el perfil del candidato a la gubernatura del Estado de México: profesional, con conocimientos de administración pública y geográfica del Estado, con un plan de trabajo que continuara el proyecto histórico que había iniciado Isidro Fabela y que continuaron hombres como Alfredo del Mazo Vélez, Gustavo Baz y Carlos Hank González, que consistía en conservar la unidad cultural, política y territorial del Estado. El ingeniero Carlos Hank Rhon decidió declinar a la postulación del PRI”.

En la cuarta parte de su libro, Montiel dedica todo un apartado a la “elección de Enrique Peña Nieto”.

Después de dejar bien claro que en diciembre de 2004 ya había definido el nombre de su sucesor, Montiel relata:

“Los precandidatos participantes declinaron a favor del licenciado Peña Nieto, por lo que el Consejo Político Estatal discutió y finalmente decidió postularlo. Me informaron de su decisión, con la cual estuve de acuerdo. Con esto quiero aclarar que Roberto Madrazo no decidió, como lo ha reiterado, la candidatura de Enrique Peña Nieto. Al conocerse la postulación, los sectores, las organizaciones y los militantes del partido la aceptaron y se sumaron solidariamente a la propuesta del Consejo Político Estatal. Quisiera detenerme para describir, desde mi perspectiva, cómo se construyó la candidatura de Enrique Peña Nieto.

“La postulación de Enrique Peña Nieto fue una decisión que asumió el partido con gran responsabilidad. El Consejo Político Estatal se dio a la tarea de escoger a la persona que garantizara la continuidad de nuestro proyecto. Objetivo prioritario de la política: no sólo conquistar el poder sino conservarlo; y como había sido la tradición priísta, la decisión se hizo buscando la unidad y limando asperezas, pero los procesos de elección siempre excluyen. Por supuesto, los precandidatos no eran despreciables. Al contrario, cualquiera de ellos podría haber sido un buen gobernante: un Isidro Pastor, militante comprometido y férreo líder mexiquense; también, sin haberse postulado, estaban un Manuel Cadena, experimentado, y un Alfonso Navarrete, talentoso abogado y procurador de mi gobierno.

“Había más tela de donde cortar, todos con inmejorables cartas de presentación: Gustavo Cárdenas, Fernando García Cuevas, Jaime Vázquez, Héctor Luna de la Vega, Eduardo Bernal, Enrique Jacob, Guillermo González y Cuauhtémoc García Ortega, entre los más destacados. Ninguna de estas personas, verdaderos actores del priísmo, eran descartables o reprobables. Pero se tenía que elegir a uno”.

Montiel no menciona que en este aparente proceso de sucesión terso hubo varios golpes bajo la mesa. Su esposa de entonces, la francesa nacionalizada mexicana Maude Versini, jugó un papel fundamental, tal como relatan diversas crónicas periodísticas de la época. Isidro Pastor, el líder local priísta, tuvo el atrevimiento de enfrentarse a ella y adelantar los tiempos. El empresario Carlos Hank Rhon aceptó declinar a regañadientes, ante problemas para acreditar su residencia. El más veterano del gabinete, Manuel Cadena, y el procurador Alfonso Navarrete Prida sacrificaron sus aspiraciones, no sin antes expresar en privado a sus seguidores que la decisión de Montiel tenía como objetivo nombrar a alguien discreto, maleable y pariente.

“¿Qué veían en el licenciado Enrique Peña Nieto?”, se pregunta Montiel en su libro. Y él mismo responde por todo el priísmo mexiquense: “el recambio generacional, la renovación, el cambio de estafeta a las generaciones mexiquenses. Enrique Peña Nieto era un ejemplo de eficacia para la gestión pública; tenía no sólo los conocimientos técnicos sino la habilidad para operar, una visión moderna, y conservaba su identidad mexiquense. Creo que el licenciado Peña Nieto representaba la sintonía del PRI con los jóvenes del Estado de México, mayoría demográfica y nueva realidad social. Como líder y militante del PRI estatal avalé esta decisión y me responsabilicé de sus consecuencias. Sigo creyendo que fue una decisión acertada”.

Para que no quede duda que Peña Nieto era su obra, Montiel describe cómo se planeó la campaña de su sucesor:

“La campaña de Peña Nieto siguió la pauta que se había impuesto en el CDE mexiquense: construir una propuesta desde abajo, con la gente y con un equipo compacto bajo un sólo liderazgo. Pero no únicamente eso; el candidato también debía buscar el apoyo entre los diversos grupos de poder en el Estado: los empresarios, las iglesias, los sindicatos, las organizaciones campesinas, las comunidades judías y árabes que conformaban el sistema político estatal (sic). El liderazgo político consistía en posicionar una imagen joven entre la población y lograr una vinculación con los actores de la clase política, empresarial y cultural del Estado. El candidato priísta tenía que cubrir una doble agenda: recorrer toda la entidad y conocerla, así como contemporizar con los liderazgos reales; tenía que realizar un aprendizaje complejo que le permitiera conocer las redes del poder y las palancas para negociar, no sólo acercarse al pueblo. Enrique Peña Nieto lo hizo muy bien, en ello labró su triunfo.

El Triunfo de Peña Nieto.

Montiel vincula claramente su precampaña a la presidencia con la campaña a la gubernatura de Peña Nieto. Así inicia el párrafo sobre la victoria de su sucesor:

“Caminando entre dos sucesiones, transitamos hacia febrero. Asistí a la toma de protesta de Enrique Peña Nieto. Se me acusó de intervenir en el Instituto Estatal Electoral, lo cual negué categóricamente e hice un llamado a ese instituto para que actuara con imparcialidad”.

No todo fue miel sobre hojuelas y Montiel lo reconoce:

“En marzo, la contienda electoral en el estado se intensificó. Mendoza Ayala, del PAN, y Peña Nieto, del PRI, se encontraban empatados en las preferencias de la ciudadanía; rezagada quedaba la candidatura del PRD… Isidro Pastor declaró que no apoyaría a Enrique Peña, en una postura que generó confusión más que división, fue más virtual que real.

“Enrique Peña Nieto se enfrentó a la perredista Yeidckol Polevnsky y al panista Rubén Mendoza Ayala. El adversario a vencer era este último. Estaba apoyado por Los Pinos más que por la militancia panista mexiquense, lo cual lo debilitó. Había sido priísta en su juventud y conocía los interiores y defectos del partido. Sin embargo, Mendoza Ayala fue víctima de sus excesos y se convirtió en su peor enemigo. De ser un candidato ganador se desdibujó y perdió. Lo mismo sucedió con la candidata del PRD, impuesta por López Obrador; los demonios del pasado y sus errores la condujeron a la derrota.

“Enrique Peña Nieto ganó las elecciones con el 47 por ciento de la votación, contra el 25 por ciento de Rubén Mendoza Ayala, del PAN, y 24 por ciento de Yeidckol Polevnsky, de la alianza PRD-PT. Obviamente, la oposición no aceptó los resultados. El triunfo se logró porque la ciudadanía refrendó la confianza en los gobiernos priístas y porque tanto el PAN como el PRD fueron víctimas de sus errores. Con este triunfo, cumplí uno de mis objetivos: dejar la gubernatura en manos de un priísta. Lo logramos y esto me fortaleció para la contienda presidencial”.

Al dejar la gubertatura, Arturo Montiel se enfrenta a más polémicas por actos de corrupción, sin embargo, a este no le importan, ya que en ese entonces estaba cobijado por Peña Nieto como gobernador, actualmente, ese manto protector se ha extendido aún más con Peña en la presidencia.

***

Montiel Rojas, exgobernador del Estado de México (1999-2005), fue acusado de corrupcion, peculado y enriquecimiento ilicito, se estima que su fortuna asciende a 600 millones de pesos. Se casó con la francesa Maude Versini, de quien después se divorció luego de llegar a un acuerdo de 10 millones de dólares pagados con recursos del gobierno del Estado.

Durante el mandato del exgobernador, adquirieron terrenos en Valle de Bravo, en el fraccionamiento El Santuario, club náutico, deportivo e hípico, que cuenta con caballeriza, albercas y zonas recreativas. En este lugar, la señora Maude Versini adquirió tres terrenos por varios millones de pesos.

Entre los bienes mas destacados se encuentran una casa de playa en el estado de Jalisco conocida como Costa Careyes, una propiedad en el conjunto residencial "La Providencia" localizada en el municipio de Metepec, EdoMex, ésta fue adquirida por el hijo de Montiel por 21 millones de pesos; otra propiedad, a unos kilómetros dentro del mismo municipio, se localiza sobre la avenida Paseo de San Carlos, dentro del fraccionamiento San Carlos. Se trata de una residencia con acabados de lujo y árboles podados con diferentes figuras.

A Montiel tabién se le atrinuye otra “casita” en París, un lujoso departamento en el Bosque de Boulogne, y un departamento más en el Barrio 16, uno de los más exclusivos de la capital francesa, con un valor de mercado estimado en un millón 300 mil euros.

***

José Luis Cortés Trejo, exregidor de Tlalnepantla del PRD, inició una denuncia de hechos ante la Procuraduría General de la República (PGR) en contra del ex gobernador Arturo Montiel Rojas, en donde pide a dicha instancia que investigue el presunto enriquecimiento ilícito del ex mandatario mexiquense.

La denuncia fue presentada ante la PGR el 25 de octubre del 2005 por Cortés Trejo, luego de que se reveló a la opinión pública la existencia de supuestas propiedades y cuentas bancarias de integrantes de la familia Montiel, escándalo que provocó que el ex gobernador mexiquense declinara buscar la candidatura del PRI a la Presidencia de la República.

“Vengo a presentar formal denuncia de hechos que pueden ser constitutivos de los delitos de uso indebido de atribuciones y facultades, peculado, enriquecimiento ilícito, operaciones con recursos de procedencia ilícita y lo que resulte, en contra del licenciado Arturo Montiel Rojas, sus descendientes Juan Pablo y Arturo, ambos de apellidos Montiel Yáñez, y su esposa Maude Versini”, destaca el escrito.

El documento establece que “se trata de operaciones de compra-venta y depósitos bancarios hechos por dichas personas, tales como los depósitos de hasta 35 millones de pesos en la cuenta de Juan Pablo Montiel Yáñez sin que hasta el momento se haya acreditado su legal procedencia de dichos depósitos, así como la compra de tres inmuebles en Valle de Bravo hecha por la señora Maude Versini, sin que se acredite legalmente la procedencia de los recursos con que cuenta dicha señora”.

Cortés Trejo, en su denuncia, solicitó igualmente que se investigue la compra de un terreno de aproximadamente 14 mil metros cuadrados por un valor de 21 millones de pesos, a favor de Arturo Montiel Yáñez, toda vez que tampoco se ha acreditado que éste cuente con una actividad económica que le permita tener recursos para adquirir bienes del precio antes mencionado.

Por último, planteó que se investigue también “las diversas cuentas bancarias en las cuales se encuentran relacionados Arturo Montiel Rojas, Miguel Sámano Peralta y Carlos Rello Lara, en los bancos de Merril Lynch, en Nueva York, con número 347-88875, por un monto de un millón 200 mil dólares, y en Moline Illinois, con número 554-67211, por la cantidad de un millón 600 mil dólares, sin que hasta la fecha se acredite que con los ingresos del licenciado Arturo Montiel Rojas, que como gobernador obtuvo, le permitan tener cuentas bancarias por las cantidades antes mencionadas, ya que a todas luces se denota que existe una riqueza ostensiblemente superior a los ingresos obtenidos” por el ex mandatario.

***

Y a pesar de toda la evidencia, como sabemos, estamos en el país donde no pasa nada, el ex gobernador Arturo Montiel Rojas libró todas las acusaciones que tenía en su contra, por delitos del fuero común. La fiscalía especial creada por su sobrino, Enrique Peña Nieto, para investigar a su antecesor por peculado, enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias, determinó que en ningún caso se pudo acreditar "el cuerpo del delito" de los hechos que se atribuyeron al también ex precandidato presidencial.

Por si fuera poco, según el diario Reforma, en las dos últimas semanas de su gestión al frente del Estado de México, el ahora predidente Enrique Peña, refrendó a titulares de notarías y creó otras tantas para beneficiar a un total de siete políticos cercanos a su administración.

En el primer caso, destaca Eduardo Segovia, quien, como contralor estatal, exoneró en 2005 al ex gobernador Arturo Montiel de denuncias por enriquecimiento ilícito.

Además, Peña avaló que, al menos en dos casos, las notarías pasaran de un familiar a otro, como si se tratara de una herencia.

***

El anuncio del Consulado de Francia en México, sobre el pleito legal que enfrentan el exgobernador Arturo Montiel Rojas y su exesposa Maude Versini, así como la advertencia de ésta de revelar escandalosos casos de corrupción durante la administración del político priísta y su cuantioso enriquecimiento, vuelven a colocar en el debate la polémica gestión del mexiquense. Proceso, en su edición 1496 del 10 de julio de 2005, publicó un reportaje de Gloria Leticia Díaz sobre el tema, el cual se reproduce íntegro:

Una denuncia por enriquecimiento inexplicable, una averiguación de la Procuraduría General de la República (PGR) por lavado de dinero e indagaciones de Hacienda y la Comisión Nacional Bancaria pesan sobre la gestión del gobernador del Estado de México, Arturo Montiel, y repercuten contra su entorno cercano, incluyendo a un operador de Enrique Peña Nieto, candidato del PRI a la gubernatura de esa entidad. Pese a los intentos de ubicarlos en el pasado, estos señalamientos podrían seguir vigentes cuando Montiel deje el poder.

Ya en el final de su mandato, se recrudecen los señalamientos sobre los negocios familiares del gobernador mexiquense, Arturo Montiel Rojas. De hecho, quien fue su secretario de Desarrollo Económico, Carlos Rello Lara, hoy operador financiero de Enrique Peña Nieto en su campaña por la gubernatura, ha sido investigado junto con el aún mandatario y su hijo Juan Pablo Montiel Yáñez por dudas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) sobre el pago de sus impuestos.

Estas indagaciones se suman a la averiguación que en 2001 abrió la Procuraduría General de la República contra Montiel Rojas por operaciones con recursos de procedencia ilícita.

Y aunque no existen cargos oficiales en contra de ninguno de ellos, tanto la intervención de oficinas de Hacienda dedicadas a investigar operaciones ilícitas como la negativa de la propia dependencia a dar información al respecto son indicios de que podría permanecer abierta una investigación de tipo fiscal o, a decir de un especialista, incluso por lavado de dinero.

El 18 de octubre de 2002, el Servicio de Administración Tributaria (SAT), por medio de la Administración Central de Programas Especiales, solicitó al gobernador mexiquense información sobre dos cuentas abiertas a su nombre en la correduría Merrill Lynch, con sede en Nueva York, en las que en un solo día –16 de agosto de 2001– se depositaron 2 millones 800 mil dólares.

La petición era parte de un seguimiento de las cuentas bancarias nacionales y en el extranjero a nombre de Montiel y su hijo, Juan Pablo Montiel Yáñez, para “verificar el correcto cumplimiento de las obligaciones fiscales” de los ejercicios 2000 y 2001.

A su vez, en otras dependencias de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) se investigaba a Montiel y al extitular de la Secretaría de Desarrollo Económico, Carlos Rello Lara, empresario y hombre de confianza del gobernador, por manejo de recursos de origen presumiblemente ilícito. Documentos obtenidos por Proceso revelan que al menos desde 2001 el gobernador del Estado de México estaba en la mira de la dependencia que encabeza Francisco Gil Díaz.

Originario de una familia modesta de Atlacomulco, a Montiel Rojas no se le conoce otro oficio que el de político y empleado público. Al menos en 2001 tenía un salario mensual bruto de 174 mil 920.70 pesos, de los cuales le restaban 116 mil 872.60 pesos tras el pago de impuestos. De ahí las sospechas de Hacienda.

No sólo eso. El procurador de Justicia de la entidad, Alfonso Navarrete Prida, aseguró que la PGR inició “una averiguación previa en el área de lavado de dinero” derivada de una denuncia que se presentó a finales de 2001 en la extinta Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo (Secodam) contra Montiel Rojas, tras presentarse documentos que amparaban depósitos también por 2 millones 800 mil dólares en cuentas de Merrill Lynch realizados el 1 de marzo de ese año.







Tras sus pasos.

De acuerdo con copias de los expedientes 307 y 307/148263 que integró la Administración Central de Programas Especiales, dependiente de la Administración General de Auditoría, ambas del SAT, se advierte que, al menos desde agosto de 2002, Montiel y el hijo menor de su primer matrimonio intercambiaron información con las autoridades hacendarias sobre el estado de sus cuentas abiertas en México y en Estados Unidos.

El 2 de octubre de 2002, el administrador central de Programas Especiales, Eduardo Ramírez Schuetz, les notificó por separado que recibió dichos estados de cuenta y les solicitó que entregaran, además, copias de todos los correspondientes a los años 2000 y 2001, “a fin de verificar el correcto cumplimiento de las obligaciones fiscales a que está afecto”.

Además, el funcionario los instó a transcribir en “papel de trabajo” los depósitos registrados en los estados de cuenta originales, para lo cual les envió instructivos y un disco magnético con el formato oficial.

En el caso de Montiel Rojas, Ramírez Schuetz señaló que los documentos que recibió el 25 de septiembre de 2002 corresponden a tres cuentas abiertas a nombre del gobernador, dos en Banamex –cuenta maestra 53700009718 y de inversión, con número de contrato 74904475– y otra del California Commerce Bank: cuenta maestra en dólares 5956665210.

Tanto esta notificación como otra, fechada el 19 de agosto de 2002 (324-SAT-VI-22949), fueron firmadas de recibido por Gerardo Martínez Ortiz, quien ostenta el cargo de jefe de la Unidad de Apoyo a la Administración General en el gobierno de Montiel y quien confirmó en entrevista telefónica haber admitido la documentación de la Secretaría de Hacienda.

El mismo administrador central notificó que el 18 de septiembre recibió copias de seis cuentas abiertas a nombre del hijo del gobernador, tres de ellas de Banamex operadas en moneda nacional –contratos 9016563724 (cuenta maestra), 9008553926 (cheques) y 9028344267 (Citione Premium)–, y otras tantas en dólares abiertas en Estados Unidos: dos en el California Commerce Bank, 5956665210 (cuenta maestra) y la 5941036910 (cuenta eje con interés); más otra cuenta en The Laredo National Bank, 0082606507 (cheques).

En los documentos obtenidos por Proceso se advierte que fue el propio Montiel Yáñez quien recibió esas notificaciones en su domicilio, ubicado en calle Serdán 109, colonia Ciprés, en Toluca, Estado de México, y se identificó con el pasaporte número 97410020919, expedido por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

En el seguimiento de la situación financiera de Montiel Rojas, con fecha 18 de octubre de 2002, Eduardo Ramírez Schuetz solicitó al gobernador todos los estados de cuenta de 2000 y 2001 correspondientes a sus contratos 554-67211 y 347-88875 con Merrill Lynch.

“Para mayor identificación de las cuentas antes citadas, se anexa fotocopia de dos fichas de depósito en una foja útil, ambas de fecha 16 de agosto de 2001, que amparan operaciones en cantidades de $1,200,000 dólares EUA y 1,600,000 dólares EUA, respectivamente”, le indicó el funcionario, quien le dio 15 días a partir de recibida la notificación para entregar los documentos.

El documento enviado por Ramírez Schuetz fue admitido por Guadalupe Salgado Amaro, que firmó como secretaria del secretario particular del gobernador, Miguel Sámano.

La investigación de la Secretaría de Hacienda no se limitó a comprobar el correcto pago de impuestos de Montiel y su hijo Juan Pablo; también buscó conocer todas las operaciones financieras que pudo haber realizado desde 1998 a septiembre de 2002 a través de Carlos Rello Lara, quien era su brazo derecho en materia económica y promoción de inversión extranjera.

Empresario de toda la vida, Rello Lara dejó la Secretaría de Desarrollo Económico del estado en junio de 2002 y tiempo después abrió la empresa Tecnología de Reciclaje en asociación con Joongbo Chemical Co., propiedad de Jong Woo Lee, dedicada al reciclaje de PET (fibras de poliéster y geotextiles).

En la campaña del candidato priísta Enrique Peña Nieto, Rello Lara presidió el Comité de Financiamiento.

La oficina hacendaria encargada de la investigación fue la Dirección General de Operaciones, dependiente de la Subsecretaría de Ingresos y en forma directa de la Dirección General Adjunta de Investigación de Operaciones, que entre sus funciones tiene la de “prevenir y detectar actos u omisiones, con recursos, derechos o bienes que procedan o representen el producto de un probable delito”, según el Reglamento Interior de la SHCP.

En un oficio dirigido al vicepresidente jurídico de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Benjamín Vargas Rojas, y fechado el 12 de septiembre de 2002, la entonces directora de Investigación de Operaciones de la SHCP, Eva Naranjo García, solicitó que, como parte de las investigaciones que se realizaban a Arturo Montiel Rojas, “gire sus instrucciones a quien corresponda a efecto de que se proporcione copia certificada de contratos de apertura, tarjetas de registro de firmas, documentos donde aparezcan los nombres de los beneficiarios, documentos de identificación personal y estados de cuenta bancarios por el período comprendido del 1 de enero de 1998 a la fecha, así como copia de anverso y reverso de los documentos que se hubiesen generado con motivo de los movimientos de cargo y abono mayores de 50,000.00 (cincuenta mil pesos)” en cuentas bancarias abiertas en el país a nombre de Carlos Rello Lara, con registro de contribuyentes RELC500822H94.

En el oficio 102-K-VI-1076, clasificado como “muy urgente”, la funcionaria proporcionó a la CNBV datos de cinco cuentas de Rello Lara “que fueron incluidas en reportes de operaciones relevantes”.

Las cuentas correspondían, dos al desaparecido banco Inverlat (17147870 y 3075613) y tres a Banamex (6618615, 4552550071667099 y 4552550072274481).

Además de esta documentación, se pedía la intervención de la CNBV para entregar “copia certificada de documentos de soporte, de operaciones realizadas por Carlos Rello Lara con casas de cambio y casas de bolsa por el período comprendido del 1 de enero a 1998 a la fecha”.

Este mismo expediente fue turnado por la CNBV, mediante la Dirección General de Análisis y Desarrollo de Sistemas Preventivos de Operaciones Ilegales, al apoderado liquidador del Banco Capital, S.A., Ernesto Valenzuela Espinoza.

En el oficio 601-I-255565/02, de fecha 13 de septiembre de 2002, clasificado como “muy urgente y confidencial”, y firmado por el gerente de Investigación, Sergio Raúl Díaz Roura, la CNBV dio un plazo de cinco días hábiles para que el Banco Capital proporcionara información de las operaciones financieras realizadas por Rello entre el 1 de enero de 1998 y el 12 de septiembre de 2002, ello en relación con las indagaciones que se hacían a las finanzas del gobernador Montiel.

Indicios.

La reportera buscó obtener la versión de la SHCP para conocer el estado que guardan los expedientes abiertos contra Montiel, su hijo y Rello.

Sin embargo, bajo el amparo del artículo 69 del Código Fiscal Federal la Unidad de Comunicación Social y Vocero se negó a dar información.

Para Mario Di Costanzo, secretario técnico de la primera comisión para investigar el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), asesor externo del Senado de la comisión del IPAB y experto en lavado de dinero, el hecho de que Hacienda invocara el artículo 69 del Código Fiscal Federal, que habla del secreto fiscal, “podría significar que las investigaciones a Montiel siguen abiertas”.

Autor del libro Lavado de dinero. México y la experiencia internacional, Di Costanzo destaca que una investigación como la relativa a Montiel “puede tener motivos técnicos, porque a cualquier supervisor le llama la atención un depósito de más de un millón de dólares a la cuenta de una persona física, pero no se descartan factores políticos”.

Consultado por la reportera, señala que a juzgar por las dependencias que firman los documentos obtenidos, la Secretaría de Hacienda “tendría dudas sobre el origen lícito del manejo de recursos de Montiel, incluso de sospechas de lavado de dinero, así como del correcto pago de sus impuestos”.

Acerca de la posible motivación política que pudiera tener esta indagación, Di Costanzo señala que hay indicios de que el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, “utiliza la auditoría como herramienta de presión política”.

Curiosamente, cuando empezó la investigación de Montiel, la PGR descubrió, a principios de julio de 2001, una red de espionaje en la que estaban involucrados empleados de su gobierno, quienes intervinieron llamadas telefónicas de funcionarios federales, como el mismo Gil Díaz, el exsubsecretario de Gobernación José Luis Durán Reveles y el exgobernador mexiquense Ignacio Pichardo Pagaza.

Desde hace tiempo, Arturo Montiel es objeto de serios señalamientos por parte de sus opositores, debido a presuntos actos de corrupción que implicarían a sus allegados y en especial a su hijo mayor, Arturo Montiel Yáñez, a quien se le acusa de enriquecerse con la compraventa de terrenos para la construcción de unidades habitacionales.

Asimismo, se dice que es el intermediario para la negociación del cambio de uso de suelo para grandes desarrolladores, como GEO y ARA, así como para la construcción de centros comerciales, gestiones de las que se han beneficiado consorcios como Comercial Mexicana, Wal-Mart y Carrefour.

A Montiel y a su familia se les atribuyen bienes en Acapulco, Toluca, Valle de Bravo, Ixtapan de la Sal y Houston, y hasta un “castillo” en Francia, de donde es nativa su segunda esposa, Maude Versini.

Con más de 300 cambios de funcionarios de alto nivel en su gabinete, el gobernador deja al Estado de México con una altísima deuda pública.

Ésta pasó de 21 mil millones de pesos cuando asumió su gobierno (1999) a casi 31.8 mil millones, que sumados al costo financiero de la deuda para 2005, se elevan a 35.5 mil millones de pesos.

A partir de la promoción de Arturo Montiel como aspirante a la candidatura del PRI a la Presidencia, dirigentes nacionales del PAN, como Manuel Espino y Alejandro Zapata Perogordo, han amenazado con pedir la intervención del Instituto Federal Electoral (IFE) para que se investigue el origen de los cuantiosos recursos con los que se promueve.

Contra información.

Enterado el procurador mexiquense Alfonso Navarrete Prida de que Proceso realizaba esta investigación, solicitó entrevistarse con la reportera con el fin de mostrarle, sin entregarlos, documentos de acuerdo con los cuales Montiel Rojas, su secretario particular Miguel Sámano y Carlos Rello Lara, más familiares de los tres, fueron objeto de indagatorias por parte de la PGR, dependencia que, aseguró, determinó el no ejercicio de la acción penal en su contra.

El jueves 23 de junio pasado, mientras la reportera esperaba al candidato Enrique Peña Nieto para una entrevista, su coordinador de prensa, Óscar Ignorosa, comentó que estaba al tanto de la investigación periodística, por lo que ofreció hacer contacto con el procurador Navarrete Prida, quien según Ignorosa estaba al tanto de las indagaciones sobre Montiel Rojas.

Alrededor de las 20:30 horas, Navarrete Prida se comunicó con la reportera y ofreció documentación que sustentaba la resolución de la PGR, cuyas indagatorias fueron supuestamente iniciadas tras una denuncia promovida ante la entonces Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo (Secodam), hoy Secretaría de la Función Pública (SFP).

“Ha de pensar: ‘¡qué sistema de espionaje traen éstos’!”, dijo Navarrete Prida cuando la reportera le comentó la inusitada reacción del gobierno mexiquense.

Nervioso, Navarrete Prida confirmó que las investigaciones realizadas por la Secretaría de Hacienda se iniciaron en forma paralela a las de la PGR, situación que atribuyó “a alguien que le quiso tirar un llegue al gobernador, no sabemos de dónde, y que evidentemente no les salió bien”.

Un día después, se presentó en las oficinas de Proceso el encargado de prensa del procurador, Luis Olguín, quien entregó a la reportera copias de una notificación de la Secodam y un acta administrativa de la misma dependencia sobre una denuncia que se recibió el 5 de octubre de 2001 contra el gobernador Montiel “por el delito de enriquecimiento inexplicable”.

El acta administrativa, fechada el 12 de octubre de 2001, da cuenta de la comparecencia del empresario Nicolás Neuman Stern ante Luis Alfonso Fiol Manríquez, director adjunto de Atención Ciudadana; Isidro Jordán Monroy, director de Captación de Quejas y Denuncias, y Daniel Pérez Rueda, subdirector de Atención Directa.

Neuman Stern, presidente y director general de la empresa Envases y Productos Plásticos, fue llamado a comparecer en relación con un documento fechado el 3 de septiembre de ese año y firmado por el “Ing. Nicolás Newmann S.” (sic).

En el texto se afirma que “con fecha primero de marzo del 2001 el licenciado Miguel Zamano Peralta (sic), secretario particular del propio gobernador, realizó dos depósitos en las oficinas de Merrill Lynch en la ciudad de Houston, Texas, Estados Unidos, por la cantidad de 2 millones 800 mil dólares, anexándose en el propio escrito de referencia dos supuestos comprobantes de depósitos, uno por la cantidad de un millón 600 mil dólares y otro por un millón 200 mil dólares”.

En el escrito de la Secodam se asegura que Neuman Stern “niega en su totalidad lo mencionado en dicho escrito, que la firma no la reconoce, ya que no es de su puño y letra ni es la que utiliza para asuntos personales y negocios”, además de que el papel membretado que se utilizó “no corresponde a los colores ni al tipo de logotipo que utiliza en la papelería de su empresa”.

También se indica que el empresario declaró “que no tiene conocimiento de los hechos ni le constan; por tanto, los desconoce en sus términos, aunado a que en la fecha en que supuestamente se firmó dicha denuncia, él se encontraba fuera del país”.

El 30 de octubre de ese mismo año, según los documentos entregados a Proceso, el director general de Atención Ciudadana de la Secodam, Eloy Morales Fong, le notificó a Navarrete Prida de la comparecencia de Nicolás Neuman y le remitió la documentación “por considerar que se trata de un asunto de su competencia”.

Morales Fong envió copias a los entonces titulares de la Secodam, Francisco Barrio Terrazas, y de la PGR, Rafael Macedo de la Concha, quien el 30 de noviembre de 2001 inició la averiguación previa A.P.PGR/028/2001 por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, contra Montiel, Carlos Rello y el secretario particular del gobernador, Miguel Sámano.

Por órdenes del procurador Navarrete Prida, Luis Olguín sólo mostró a la reportera la carátula y la última hoja de la presunta notificación del desistimiento del ejercicio de la acción penal de la PGR.

El oficio, número SIEDO/CGJ/MPAUX/198/2004, está fechado el 10 de diciembre de 2004 y va dirigido a Víctor Hugo Juárez Gallegos, agente del Ministerio Público de la Federación adscrito a la Unidad Especializada en Investigaciones de Procedencia Ilícita y Falsificación de Moneda. Lo firman el agente del Ministerio Público de la Federación Rafael Marín y el subprocurador José Luis Santiago Vasconcelos.

Alegando la confidencialidad del documento, “porque se incluyen los nombres y cuentas de todos los familiares” de los involucrados y, por lo tanto, el procurador mexiquense incurriría en un delito si se lo permitiera ver a la reportera, Olguín se negó a mostrar los términos en los que la PGR se basó para no ejercer la acción penal.

***

Maude Versini Lancry, exesposa de Arturo Montiel, denuncia que el exgobernador sigue demorando la entrega de sus hijos pese a que ya existe una resolución judicial para que se los devuelva a su madre. Entrevistada por la corresponsal de Proceso en París, Anne Marie Mergier, revela que a partir de 2005, cuando la prensa difundió indicios de su inexplicable fortuna, el mandatario mexiquense se tiró al alcoholismo, “uno de los factores que hizo imposible la vida en común”. Además, dice, fue detenido en Miami por una riña callejera. Sin embargo, Versini enmudece cuando se le cuestiona sobre el origen de la fortuna de Montiel.

“Nunca me imaginé que Arturo Montiel Rojas hubiera podido caer tan bajo. Me faltan palabras para calificar las pruebas que nos está imponiendo a mis hijos y a mí. Lo más insoportable es lo que inflige a sus propios hijos. Es cruel, inhumano, perverso y vil. Por si eso fuera poco, su desaire para con las autoridades judiciales francesas y mexicanas es aberrante y simplemente insostenible para un político de tan larga trayectoria que, en su tiempo, aspiró a la Presidencia de la República.”

La voz de Maude Versini Lancry es tajante, su mirada endurecida. El enojo parece irreprimible. No es para menos. Lleva una batalla judicial muy ardua para recuperar a los tres hijos que tuvo con Arturo Montiel Rojas, a quienes, afirma, el exgobernador del Estado de México “tiene secuestrados desde hace seis meses”.

Esa disputa legal empezó cuando Montiel acusó a Versini y a su actual esposo, Philippe Lancry, de maltratar a los gemelos Adrián y Sofía, y Alexi, quien padece autismo.

El político mexiquense exhibió la resolución de un juez de Metepec que le otorgaba la custodia provisional de los menores como justificación para negarse a devolverlos a Versini. Desde entonces ella sustenta una doble acción judicial, en París y en México (Proceso 1839, 1841 y 1848) para que se respete el acuerdo que firmaron los dos excónyuges cuando se divorciaron en 2006, el cual otorga la custodia de los vástagos a Versini y estipula que deben pasar dos meses de vacaciones con su padre: todo julio, 15 en diciembre y otros 15 en la Semana Santa.

Maude Versini saca una carpeta de su bolsa y la coloca en la mesa de la cafetería donde citó a la reportera en el barrio de París donde radica. La abre y escoge varias hojas.

Bebe un sorbo de té y, casi sin darse tiempo para respirar, lee la resolución que dictó el pasado 29 de mayo la juez Guadalupe Escalona Valdez, del juzgado tercero civil de primera instancia de Lerma, Estado de México. En resumen, el documento exige el regreso inmediato de sus tres hijos a Francia y rechaza tajantemente la pretensión de Arturo Montiel de quedarse con los niños:

Fue fundada y procedente la solicitud de restitución internacional de menores instada por Maude, Marie, Laure … Versini a través de la Dirección General de Protección a Mexicanos en el Exterior. (…) El requerido Arturo Montiel Rojas no justificó las excepciones opuestas en su escrito de oposición a la restitución. (…)

Se ordena la restitución inmediata de los menores Adrián, Sofía y Alexis, de apellidos Montiel Versini, a la ciudad de París, Francia, por lo tanto se decreta que la autoridad central en México, representada por la Secretaría de Relaciones Exteriores, realice todos los trámites administrativos necesarios que sean conducentes a fin de lograr y permitir la salida legal de los menores en conjunto de este país y su entrada legal a París, Francia. En cuyo caso el requerido Arturo Montiel Rojas deberá solventar los gastos necesarios para ello.

Se le requiere a Arturo Montiel Rojas a fin de que el día y hora que sea señalado de ejecución del siguiente fallo presente en el lugar que ocupa ese juzgado a los menores Adrián, Sofía y Alexis Montiel Versini a fin de ser entregados de manera inmediata a la requirente o por conducto de la autoridad central o en su caso por conducto del procurador de la defensa del menor y de la familia.

Maude Versini respira hondo y agrega:

“Usted puede constatar que el 29 de mayo gané ese juicio de restitución de mis hijos que se celebró en el marco de la Convención de La Haya, firmada por Francia y México. En ese caso el Poder Judicial del Estado de México actuó con apego a la ley. Es la segunda vez en tres meses que se reconoce mi inocencia tanto en México como en Francia.”

“Tal como se lo explicó mi abogado francés, Philippe Bouchez el Ghozi (Proceso 1848), el pasado 5 de marzo la justicia francesa desechó la demanda contra mí y contra mi actual esposo, Philippe Lancry, por niñeras mexicanas contratadas por Arturo Montiel Rojas. Obedeciendo las órdenes de su patrón, estas personas que vivían bajo mi techo supuestamente para cuidar a Adrián, Sofia y Alexi, nos acusaron de malos tratos a menores de edad ante la policía judicial francesa.

“La Brigada de Defensa de los Menores llevó una investigación de nueve meses sin encontrar el menor elemento en contra de nosotros. El Tribunal de Gran Instancia de París ordenó, por lo tanto, el sobreseimiento del caso. Mandé ese dictamen a mi abogada mexicana, Marissa Mosso Celaya, del bufete Mosso Abogados, que lo incluyó en mi expediente y me aseguró que esa decisión de la justicia gala había consolidado mi posición frente a Arturo Montiel Rojas.”

–¿Entonces por qué los niños no están con usted en París?

–Porque, con el cinismo que lo caracteriza, Arturo Montiel Rojas se da el lujo de burlarse de todo y de todos, incluso de sus propios compromisos públicos. Como bien recordará... tanto en el portal de Proceso como en la revista impresa se publicó la respuesta de Arturo Montiel a la entrevista que sostuve con usted... En esa carta él afirmó textualmente: “Es ante las propias autoridades francesas y mexicanas, a las que respeto y me acojo, instancias a las cuales debe responder mi contraparte”.

“Es una frase mal construida gramaticalmente pero que tiene por lo menos el mérito de ser explícita –comenta Versini–. Estas dos instancias a las que se ‘acoge y respeta’ se pronunciaron a mi favor, dejando en claro que no existía prueba alguna de maltrato a mis hijos y, sin embargo, Arturo Montiel no acata su veredicto. ¿Qué pasó con ese respeto para la justicia mexicana y francesa que tanto pregonaba en Proceso y en otras declaraciones públicas?”

–¿No acató la decisión del tribunal tercero civil de primera instancia, que le ordena restituirle a sus tres hijos?

–Por supuesto que no... cuando dio a conocer su fallo la juez Guadalupe Escalona Valdez, precisó también que el señor Montiel tenía 10 días para apelar. Así lo estipula la ley. Sus abogados esperaron hasta... la última hora del último día, para apelar. Fue maquiavelismo puro. Me ilusioné mucho, pensé que iba a acogerse a la justicia mexicana, tal como lo había declarado, pero no lo hizo.

Corrupción, depresión, alcoholismo.

–El 29 de mayo yo estaba en México. Asistí al juicio.

–¿En esa ocasión vio a Montiel?

–No. Desde que secuestró a mis hijos no da la cara. Vino una sola vez al tribunal. Fue... durante la primera audiencia, cuando los abogados de ambas partes se presentaron ante la juez. Se quedó cinco minutos. Explicó que actuaba por el bien de los niños y se fue, dejando a sus abogados con el juez.

–¿Cuántas audiencias hubo?

–Tres más... Sólo estuvieron presentes sus abogados. Pidieron que se aplazara la audiencia.

–¿Qué argumentaron?

–Que las autoridades francesas y mexicanas no les habían hecho llegar documentos que necesitaban. Se dio una tercera audiencia... En esa ocasión mi madre y mi hermana viajaron a México. Pensábamos que la juez podía dejar entrever un fallo a mi favor. Arturo Montiel tampoco acudió a esa audiencia. Sus abogados presentaron un amparo y de nuevo se atrasó todo el proceso.

–El convenio de La Haya estipula que el cónsul general de Francia puede asistir a esas audiencias. ¿Lo hizo?

–...por motivos que no me quedaron muy claros, se le impidió el acceso a la sala de la audiencia. Estaba furibundo. Mi madre y mi hermana pasaron varios días en México esa vez. Pidieron a Gerald Martin, el cónsul general de Francia, que les organizara un encuentro con mis hijos. Arturo Montiel les negó esa posibilidad.

–¿Usted sí logró verlos durante esa estancia en México...?

–Jamás... llamé a Montiel. Quería ponerme de acuerdo para ver a mis hijos. Me contestó cosas incoherentes.

–¿Incoherentes?

–Estaba ebrio. No se le entendía casi nada. Antes de colgar logró, más o menos, decirme que me llamaría al día siguiente. Nunca me llamó. Pasé una semana en México. Lo llamé no sé cuántas veces al día para suplicarle que siquiera me dejara abrazar a mis hijos. Llevo seis meses sin verlos. Siempre me tropecé con su contestadora.

–¿Usted habló con la juez al respecto?

–Por supuesto que sí, pero ella no pudo hacer nada. Le tocaba esperar primero que acabara el plazo de 10 días que tenía Montiel para apelar. No podía ordenar antes que se ejecutara su resolución.

“Sin embargo, (la juez) se portó con mucha elegancia. Actuó un poco como mediadora. Ofreció su propia oficina del tribunal de primera instancia para que yo pudiera tener un encuentro con Montiel. Mi meta era fijar con él una agenda de visitas a mis hijos.

“La juez no tenía obligación alguna de hacer eso, pero tomó esa iniciativa porque midió mi desesperación. Se decidió que nos viéramos Montiel y yo... Ese día él no apareció en la oficina de la juez y no pude ver a mis hijos. En realidad Montiel lleva seis meses escondiéndose.”

–¿Usted está segura de que Montiel estaba ebrio... cuando lo llamó por teléfono? Quizás simplemente estaba molesto por haber sido condenado a restituirle a sus hijos.

–No olvide que viví cinco años con él. Lo conozco muy bien. Cuando le toca enfrentar situaciones graves tiende a refugiarse en el alcohol.

–¿Es alcohólico Arturo Montiel?

–Siempre le gustó echarse sus copas.

–...usted habló de la profunda depresión que sufrió el exgobernador a finales de 2005, a raíz del escándalo de corrupción en el que se vio envuelto.

–Pasó, efectivamente, por una tremenda depresión que empeoró con el abuso de los tragos. Durante varios meses viví un infierno. Fuera de la casa había reporteros por doquier que nos acosaban mientras la clase política se desataba. En casa Montiel mezclaba antidepresivos con licores fuertes.

–¿En algún momento amenazó la integridad física de usted?

–Dos veces, una de ellas en presencia de mi madre.

–¿Pidió auxilio a los representantes diplomáticos franceses?

–Nunca. No sé de dónde Jorge Castañeda sacó ese chisme que publicó en su libro La diferencia, pero es absurdo.

–¿Fue el alcoholismo el principal motivo de su divorcio?

–Fue uno de los motivos. Era peligroso y malsano para los niños y para mí. No se puede criar a niños en semejante ambiente. Por eso me indigna verlo jugando el papel de padre protector desde diciembre... En julio del año pasado Montiel se llevó a los niños de vacaciones a Miami. Me enteré de que había sido detenido por la policía durante esa estancia en Florida. La policía lo agarró totalmente borracho, peleándose con otras personas en la vía pública. Pasó varias horas en la cárcel de Key Biscayne, que pertenece al condado de Miami Dade. Eso ocurrió el 29 de julio de 2011. Sus abogados tuvieron que llegar corriendo para sacarlo de ese mal paso y pagar una fianza para que recobrara su libertad.

Versini entrega a la corresponsal una ficha policial (mugshot) de Arturo Montiel bajada de internet. Es el registro que la policía de Florida le tomó al exgobernador mexiquense cuando ingresó a la mencionada prisión. Se aprecian sus datos. Edad: 67 años. Fecha de su detención: 07-29-2011. Motivo del arresto: Disorderly conduct/ breach of the peace (conducta irregular y alteración del orden).

Precisa Versini:

“Mi abogada tiene el informe completo de todo ese asunto judicial que se prolongó hasta noviembre de 2011. Basta consultar la página web de la Corte de Justicia de Miami Dade para corroborar lo que estoy diciendo. No me hizo gracia saber que mis hijos estaban solos con su nana mientras su padre se agarraba a trompadas con desconocidos en las calles de Miami. Ya no se tiene acceso a ese mugshot: Montiel contrató a una empresa suiza cuya especialidad es borrar toda huella de documentos en internet.

El código de silencio… y la llamada.

–...¿qué argumentaron los abogados de Arturo Montiel para apelar la decisión de la juez Guadalupe Escalona Valdez?

–El señor Montiel quiere que se interrogue a los niños durante la audiencia. ¡Es lamentable! Tengo ahora copias del video del interrogatorio de mis tres niños por el juez de Metepec. Fue una farsa siniestra. Ese juez del Estado de México, quien violó mis derechos constitucionales al no oír mi versión de los hechos, entrevistó a mis hijos, todos juntos, sin que estuviera presente personal competente para intervenir con menores de edad. El video muestra claramente que ese personaje se limitó a escuchar cómo mis chiquitos recitaban las lecciones que les había enseñado su padre... También vi otro video filmado en casa de Montiel. Les pidió a nuestros hijos que comentaran el “testimonio” de una de las nanas espías que me impuso en mi departamento parisino. Es horroroso. Se oye claramente la voz de Montiel que dice: “Bueno, niños, ¿ya entendieron bien lo que tienen que decir? Ándenle, lo van a lograr”.

–¿Permite la Convención de La Haya que se interrogue a niños tan pequeños?

–Lo acepta “siempre y cuando hayan alcanzado una edad en que resulte apropiado tener en cuenta sus opiniones”. Yo considero que Adrián y Sofía no tienen la edad ni el grado de madurez para dar testimonio legal. No entienden lo que está sucediendo entre sus padres. En cuanto a Alexi, su autismo no permite que se le imponga esa prueba... “Todo eso me dio asco. ¿Se da cuenta? No me cabe en la mente que un padre sea capaz de infligir un lavado de cerebro tan innoble a sus propios hijos… Se trata de chiquitos de ocho años, influenciables; Alexi tiene sólo seis, es un niño frágil. Los obliga a decir mentiras sobre su madre. Son métodos infames que van a dejar huellas psicológicas profundas y sumamente dañinas en la mente de mis hijos. Montiel pretende destrozar la imagen que ellos tienen de mí. Es monstruoso. Nunca me imaginé que ese señor llegara a ser tan vil”.

–¿Qué se puede esperar de un hombre que golpea a su esposa?

–Nunca me imaginé que su egoísmo y su amor propio herido lo llevarían a causar tanto daño a sus propios hijos. Hasta su caída política en 2005, Montiel era un ser sensible, generoso, noble…

–Quizá en lo privado, pero como gobernador del Estado de México nadie lo recuerda por su sensibilidad o su generosidad.

–El hombre privado y el hombre público eran seres distintos.

–¿No la perturbó esa dicotomía?

–Usted sabe que la campaña presidencial en México es más candente que nunca. Agarra cada día mas fuerza el movimiento estudiantil #YoSoy132.

–Lo sé.

–El punto de partida de ese movimiento se dio durante la visita del candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, a la Universidad Iberoamericana. Los estudiantes recordaron la muerte de uno de sus compañeros durante la represión de Atenco.

–Lo sé.

–En Atenco la gente protestaba contra la construcción de un aeropuerto, negocio en el que Arturo Montiel tenía intereses. La represión que se desató fue terrible. ¿Cómo se sintió cuando se enteró de que algunos policías violaron a mujeres que defendían sus derechos ciudadanos?

–En un mitin de #YoSoy132 el escritor Paco Ignacio Taibo II habló de la corrupción del PRI y entre otros ejemplos citó a Montiel. Afirmó que había comprado tres castillos en Francia. El video tiene un amplio eco en YouTube. ¿Nos podría hablar de estos castillos y de los bienes que su exesposo acumuló en México y en el extranjero?

–Usted me está llevando a un terreno que no me gusta.

–¿No cree que los ciudadanos mexicanos tienen derecho a saber cuál es el estado de la fortuna de los funcionarios públicos? ¿No le dio curiosidad conocer el origen de la fortuna del hombre con quien se casó?

–Arturo Montiel Rojas administraba solo sus bienes. No me involucró en eso.

–¿No sabe si compró castillos en Francia?

–Durante nuestros años de vida común compró el departamento en París, que me dejó cuando nos divorciamos. Nunca se habló de castillos. No sé si los habrá comprado después de nuestro divorcio. Lo dudo. En México puso la casa de Valle de Bravo a mi nombre. De hecho me la regaló.

–¿Qué pasa con ella ahora?

–Compartíamos la propiedad de esa casa y la del departamento de París. Cuando nos divorciamos hicimos un intercambio: él se quedó con toda la casa y me quedé con todo el departamento.

–Arturo Montiel tiene también una casa en España.

–No sé nada al respecto.

–En nuestra primera entrevista usted habló del disgusto que le inspiraba el medio político en el que se movía Montiel. Por muy apartada que estuviera de ese medio, usted es suficientemente lúcida como para haberse enterado de hechos graves y suficientemente inteligente para atar cabos... En enero usted le escribió a Enrique Peña Nieto para pedirle que interviniera en su favor. ¿Le contestó? ¿La ayudó?

–No tengo nada que reprocharle a Peña Nieto. Nos tratábamos con respeto cuando se desempeñaba como secretario de Arturo Montiel. Mi amistad en realidad fue con Mónica, su esposa fallecida. Fue la primera persona que me manifestó afecto en ese entorno mexicano tan nuevo para mí.

–¿Contestó Peña Nieto a la carta que le mandó a principio de año?

–No.

–¿Cómo interpreta su silencio?

–No lo interpreto. A mí sólo me interesa recuperar a mis hijos. La directora de su escuela en París me acaba de decir que corren el riesgo de reprobar su año escolar. Eso me aflige. La juez me explicó que si la justicia mexicana desecha su apelación, Montiel todavía tiene la posibilidad de presentar un amparo. De todos modos acabará acorralado para devolverme a los niños, y lo sabe. Por eso quizá se encierra en la maldad.

–¿No puede llamarlos por teléfono?

–No tengo un número al cual llamarlos. Sólo tengo el celular de Arturo Montiel, que nunca me toma las llamadas.

–¿No puede intervenir el Consulado de Francia?

–Lo hace. En vano.

Dice Versini: “Montiel está totalmente inmerso en esa cultura de la impunidad que prevalece en el medio político mexicano. Sigue pensando que está más allá de las leyes”.

–Y hasta cierto punto usted sigue respetando la ley del silencio que prevalece en ese medio.

–Digo lo que tengo que decir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario